LA CIENCIA EN ESPAÑA NO NECESITA TIJERAS
La ciencia, entendida como el único método del que disponemos para acercarnos al conocimiento de la realidad, tiene indudables beneficios para la sociedad. El más obvio procede de la transferencia de los conocimientos científicos a las empresas. Es la aplicación práctica de la ciencia lo que ha permitido el desarrollo de la sociedad en multitud de facetas (económica, industrial, tecnológica o sanitaria). Y es una necesidad acuciente en tiempos de crisis, como les encanta subrayar a los políticos, al menos en teoría ("cambio de modelo productivo", "aumento de la competitividad"...). Sin embargo, desde esta bitácora, siempre hemos defendido que la sociedad obtiene un gran beneficio de la ciencia no sólo por sus aplicaciones técnicas o industriales, sino por el poder que tiene de liberar a los individuos que la conforman de las ataduras que las creencias en poderes sobrenaturales y en supersticiones les imponen. No nos cabe duda de que un recorte del presupuesto dedicado a la investigación científica tendrá también sus consecuencias sobre la cultura científica de la sociedad, tan necesaria para hacer libres a los individuos y tan poco fomentada. Por eso exigimos una rectificación al recorte del presupuesto para investigación, porque queremos conseguir un futuro en el que, por ejemplo, no veamos cómo nuestros representantes parlamentarios votan por unanimidad a favor de la regulación de la homeopatía como un "acto médico".
AGRA
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