01 julio 2005

El poder curativo de la mente: el efecto placebo


El pasado mes de Mayo, JAMA, la revista de la Asociación Médica Americana, publicó los resultados de un ensayo clínico realizado en Alemania en el que se estudiaba el efecto de la acupuntura en pacientes con migrañas comparado con un procedimiento control de “falsa” acupuntura (grupo placebo) y con un grupo de pacientes en lista de espera. Al parecer el estudio fue solicitado por las autoridades de salud alemanas ya que desde 2001 las compañías de seguro de ese país cubren los gastos del tratamiento de acupuntura para el dolor crónico. Según el estudio, el tratamiento con “verdadera” acupuntura no mejoró el estado clínico de los pacientes comparado con el tratamiento con “falsa” acupuntura, aunque ambos tratamientos redujeron la frecuencia de episodios de dolor de cabeza moderados y severos al compararlos con los pacientes que se mantuvieron en lista de espera (Linde K. y cols., JAMA 293: 2118-2125, 2005).

En realidad lo verdaderamente sorprendente del estudio, también para los autores, es la enorme mejoría que se observó en el grupo placebo, es decir, el de pacientes tratados con el procedimiento de “falsa” acupuntura (en algunos individuos la mejoría fue de una reducción de más del 50% en la frecuencia de ataques de migrañas). Este tratamiento de “falsa” acupuntura consistió en que los pacientes se sometieran a sesiones en las que se les pinchaba con agujas de acupuntura, pero más superficialmente, en menor número y en localizaciones diferentes a las postuladas por las teorías de acupuntura. Aunque se trata de un tratamiento que implica una manipulación física y que puede, por tanto, tener efectos fisiológicos, la explicación postulada en el artículo es que tanto la “falsa” acupuntura como la “real” conllevan un potente efecto placebo. Algunos aspectos de la acupuntura explicarían este efecto como es por ejemplo el ser un tratamiento relativamente complejo (las intervenciones médicas complejas o que usan aparatos complejos parecen tener un gran efecto placebo), que está basado en teorías exóticas, que exige un contacto frecuente con el especialista y que conlleva la repetición de un ritual (la colocación de las agujas).

Son numerosos los estudios que han mostrado la importancia del efecto placebo en el tratamiento de diferentes enfermedades y cualquier ensayo clínico que pretenda demostrar las bondades de un nuevo tratamiento o fármaco debe demostrar una eficacia superior a la del placebo. Este efecto placebo se basa en la expectativa que el paciente tiene de curarse cuando recibe tratamiento, y depende, como demuestra el estudio sobre la acupuntura, de muchos aspectos psicológicos relacionados con el contexto del tratamiento. Se trata por tanto de un efecto “curativo” de la actividad de nuestro cerebro y no debe desdeñarse (sobre todo porque en general tiene menos efectos secundarios que el tratamiento con fármacos): lo interesante es poder descifrar los mecanismos neurobiológicos que subyacen a dicho efecto. Pero en cualquier caso no puede sustituir (a lo sumo complementar) los diferentes procedimientos terapéuticos aplicados a patologías como el cáncer. Lo contrario sería un suicidio.

Lupe

6 Comments:

Blogger AGRA said...

Casi de forma sincronizada ha aparecido otro trabajo relacionado con la acupuntura mostrando como tanto el tratamiento “real” como el “falso” son capaces de activar las mismas áreas específicas del cerebro de pacientes que sufren dolor crónico mientras que un tratamiento control no lo hace. Este tratamiento control implicaba aplicar agujas romas sobre la piel de los pacientes avisándoles de que era una manipulación que no tendría ningún efecto sobre el dolor que padecían. Es decir, el estudio demuestra que la expectativa y la creencia en una mejoría es suficiente para activar áreas cerebrales que se sabe participan en la modulación del dolor, como son la corteza cingulada anterior (una de las estrellas de esta bitácora), la corteza prefrontal dorsolateral y núcleos del mesencéfalo capaces de liberar opioides endógenos. La activación de las dos primeras áreas es muy interesante porque están implicadas en el control cognitivo del dolor (ejercerían este control activando precisamente los núcleos opiodes del mesencéfalo) (Pariente J. y cols., Neuroimage 25:1161-1167, 2005).

Lo interesante del estudio, al compararlo con el otro que he comentado, es que la diferencia entre la acupuntura “real” y “falsa” aplicadas es que en la última las agujas también son romas pero imitan la sensación de pinchazo con una aguja de acupuntura (sensación que se conoce como "dequi") sin llegar a atravesar la piel (en el primer estudio las agujas eran reales pero se aplicaban en puntos diferentes a los de la acupuntura “real”). Pues bien, esta diferencia es suficiente para que en el tratamiento con acupuntura “real” se active además otra área cerebral (la ínsula) también relacionada con el control del dolor. Es decir, la manipulación física que supone pinchar con las agujas provoca efectos fisiológicos con consecuencias sobre la modulación del dolor. Sería interesante realizar los mismos estudios de neuroimagen utilizando agujas reales aplicadas en puntos aleatorios de la piel tal y como se hace en el primer estudio. Aunque el resultado es más que predecible: se activarían exactamente las mismas áreas cerebrales.

Finalmente añadir que los dos estudios han merecido un comentario en el número de Julio la prestigiosa revista Nature Reviews Neuroscience.

Lupe

06 julio, 2005 23:04  
Blogger AGRA said...

Los dos artículos sobre los efectos de la acupuntura que he comentado también han sido el tema de dos "posts" en la bitácora escéptica Skeptico: Acupuncture – it really really doesn't work y Still no evidence acupuncture works.

Lupe

07 julio, 2005 23:32  
Blogger AGRA said...

Este apunte acerca de la acupuntura es muy interesante y los comentarios añadidos también. Por una lado, más datos a favor de que pinchar agujitas en la piel, por mucho que esto se haga tomando como referencia "puntos energéticos específicos" (mágicos), no tiene ningún valor terapeútico, como no podía ser de otra manera. Por otro lado, sale a relucir el efecto placebo... o en otras palabras los efectos que tiene en un individuo la "expectativa" a mejorar con un tratamiento determinado, como queda claro en los comentarios de Lupe. El efecto placebo es de enorme interés en esta bitácora porque es probablemente uno de los mecanismos más importantes a la hora de explicar muchos de los efectos de ciertas medicinas alternativas y otros fenómenos "mágicos" en el campo de las pseudoneurociencias.
Me intriga el hecho de que tener expectativa de algo influya en ese algo, aunque todos tenemos cierta experiencia en que eso es así. ¿Hasta dónde puede llegar esto? Tener la expectativa de que vamos a realizar bien un test cognitivo determinado, ¿favorece que este se haga bien? ¿Son estos mismos mecanismos los que participan cuando se dice que es importante la confianza en uno mismo (lease expectativa en que uno es capaz de...) para ser capaz para estar al 100% de tus capacidades? Me refiero a capacidades naturales (memoria, cálculo, aprendizaje...), claro está. Si estamos tristes o deprimidos, ¿tiene la "expectativa" el mismo valor favorable en nosotros? Además, este valor de la "expectativa" da un poco de miedo porque la "expectativa" es algo que se puede controlar y es moldeable, para mejor y para peor. Supongo.

Tito

11 julio, 2005 19:33  
Anonymous Anónimo said...

Hola de nuevo ,,,, y por las circunstancias ,,, uno "corto".

Me resultan muy interesantes los dos artículos que comenta Lupe. Aunque es posible que no venga al caso, me llama basatnte la atención el éxito que están teniendo las diferentes medicinas alternativas (a la tradicional occidental)en los últimos años.
En alguno de sus libros Oliver Sacks habla de los sentimientos que tienen los pacientes hacia sus médicos, en el sentido de que se siente indefensos y débiles y ponen toda su confianza en el médico, como única persona que es capaz de sacarles de su penosa situación ,,,, en la mayoría de los casos por mecanismos que desconocen y les resultan esotérico.
Desde luego, una parte importante del tratamiento es el mimo con que el médico trate a los pacientes. Y en una sanidad occidental en donde se ha tendido a tener la sensación de "rápido pase, tómese tres de éstas cuando suba la marea, adios, el siguiente", algo me dice que el efecto mimo ha disminuido y por ello bastante gente se decide a creer en las medicinas alternativas. Igual de esotéricas para el ciudadano de a pie, pero en las cuales parece que todo es menos frío.
¿Qué relación pueden tener con los efectos placebos esos tratos más humanos? ¿Hasta dónde está implicada la expectativa de la que habla Tito? Todo esto lleva meditar en la relación de la corteza cingulada parte del sistema límbico sino recuerdo mal), la parte emocional de las cosas y, por supuesto, el tema de la tendencia a creer en lo esotérico lo mágico (de lo cual, sino he entendido mal, es parte de esta bitácora).

DE nueva "nada de corto", y esta vez me temo que algo más embrollado que de costumbre ,,, perodonad, pero ahora no estoy para más elaboraciones (pero no me he podido resistir a escribir)

Johnson

11 julio, 2005 19:58  
Anonymous Anónimo said...

En algunos hospitales españoles y europeos se está empezando a aplicar la acupuntura, y algunos estudios (de la universidad de Harvard, por ejemplo) indican que sí se han observado resultados objetivos al margen de un supuesto efecto placebo. Otro muy reciente demostraba también su efecto real en la rehabilitación de pacientes adictos a la cocaína. Se ha demostrado que la punción con agujas de acupuntura en ciertos puntos, entre otras cosas, favorece la liberación de ciertos neurotransmisores gracias a ese estímulo.

Quien niegue que la acupuntura es un tratamiento cuya validez empieza a ser comprobada y aceptada y tomada en serio en occidente, no está lo suficientemente informado.

La acupuntura funciona también en animales, que son "menos sugestionables", y al igual que en los humanos, se pueden anestesiar regiones muy localizadas del cuerpo actuando sobre puntos muy concretos, e intervenirlos quirúrgicamente sin nada de dolor o sensibilidad en esa zona. Al retirar las agujas, se recupera la sensibilidad. No me digáis que eso es un placebo.

Por otra parte, en China se considera medicina convencional, y allí en los hospitales públicos (que también aplican medicina occidental) tienen millones y millones de historiales clínicos con los que se podría hacer una estadística incontestable sobre los efectos de la acupuntura.
¡Pero sería ruinoso para las compañías farmacéuticas, y para ciertos médicos y autoridades...!

27 noviembre, 2006 20:58  
Blogger Tyler said...

Hola! Me gustaría que se comentara un poco más esta supuesta "explicación para todo lo que la ciencia no puede explicar de las pseudociencias", es decir, el efecto placebo.

Más que nada porque parece un recurso fácil para escaquearse de cualquier explicación alternativa a la del paradigma científico actual.

La cuestión es que me parece algo igual de misterioso o más que lo que pretende explicar, ¿ no ?

21 febrero, 2012 15:29  

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