22 septiembre 2008

La obra de Dios... y la inoportuna Cosmología


En el principio…
… creó Dios los cielos y la Tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.
El primer día ha empezado. (…)
La Creación” Génesis

En el principio…
… a los 10(-43) segundos, creó Dios el universo decadimensional que se rompió en otros universos de cuatro y seis dimensiones. La temperatura era de 10(32)ºK.
Y no estando conforme con eso, a los 10(-35) segundos, hizo Dios que una pequeña mota del universo se inflase en un factor de 10(50), y que eso se convirtiese en un universo visible.
Poco después, a los 10(-3) segundos, promovió Dios que los quarks se condensasen en protones y neutrones. Y observó que la temperatura era de 10(14) ºK.

Y vio Dios que el universo no era suficientemente estable.

Entonces, a los 3 minutos, hizo Dios que los protones y los neutrones se condensasen en núcleos estables.

Y vio Dios que el espacio era aún opaco a la luz porque los iones no transmitían bien la luz.

Y dijo Dios: Sea la luz; y a los 300.000 años, los electrones se condensaron alrededor de los núcleos y los átomos empezaron a formarse. El universo se hizo transparente a la luz y el espacio exterior se volvió negro.

Y vio Dios que la luz era buena.

Entonces, a los 3.000 millones de años, tuvo Dios a bien crear los primeros cuásares y a los 5.000 millones de años, las primeras galaxias.
Y mucho tiempo después, entre 10 y 15.000 millones de años, creó Dios nuestro sistema solar y miles de millones de años después las primeras formas de vida sobre la Tierra.

Y vio Dios la obra que había creado, la santificó y descansó…, descansó por toda la eternidad.

Modificado (obviamente) de “Hiperespacio” Michio Kaku

Tito

03 septiembre 2008

El rosario, las letanías y la ciencia...

Ya sabéis (por lo poco que escribo en el blog) que una de mis obsesiones es la comunicación de la ciencia. Entiendo que la única forma de conseguir que las personas tengan suficiente espíritu crítico y no se dejen engañar (al menos fácilmente, que los que intentan engañarnos, cualquiera que sean los intereses que persiguen, se lo tengan que trabajar un poquito al menos) es a base de formación e información. De ahí la importancia de un buena comunicación pública de la ciencia.

Todo esto viene al hilo de un tribuna que acabo de leer en EL PAIS escrita por Pere Puigdoménech (Letanías y contraletanías). Es de esos artículos de opinión que cuando estás leyendo piensas en subrayar algunos párrafos porque eso era justo lo que tú querías expresar (y siempre hay alguien que lo expresa mejor que tú). Destaco algunos para el que no quiera leer el artículo completo:

"En multitud de decisiones sociales parece a menudo que es más fácil referirse a una lista inamovible de juicios o referencias (a esto es a lo que se refiere el título de "letanías y contraletanías") que tratar de analizar incertidumbres o escenarios que requieren reflexión y análisis.
"El concepto de letanía, referido a las cuestiones de índole ecológica, fue acuñado por Bjorn Lomborg en su polémico libro El ambientalista escéptico. En él trata de desmontar lo que considera un conjunto de aserciones no demostradas de los efectos de la actividad humana sobre el planeta. El autor se aplica a ello de una forma tan sistemática que al final acaba produciendo lo más parecido a una letanía de signo contrario. Para un ciudadano de escepticismo practicante, el problema reside en que al tratar de analizar cuestiones complejas de la forma lo más objetiva posible se acaba enfrentando a una u otra letanía."
"Parece (...) que la complejidad debería alejarnos de las simplicidades de soluciones universales y tajantes, pero, paradójicamente, no es el caso."
"(...) se da la paradoja de que sólo parecen valer las soluciones sencillas. A la búsqueda del eslogan y del titular, la comunicación de los problemas por muy complejos que sean parece que sólo pueda hacerse en términos lo más esquemáticos posible. Y esto se acaba demostrando un error, ya sea de la parte de los profesionales de los medios, como de los responsables políticos. A menudo, la respuesta de los ciudadanos es mucho más positiva cuando se reconoce la complejidad, se demuestra que se estudian las opciones y se dan las razones por las cuales se escogen unas y no otras (de esto ya no estoy yo tan seguro, pero acepto los rasgos de optimismo del autor). (...) No es seguro que los eslóganes sensacionalistas atraigan más lectores que artículos razonados.
"En cualquier caso, parece razonable pensar que, cuando se deben tomar decisiones sobre temas complejos, los responsables que deben tomarlas y los ciudadanos deberíamos tratar de abandonar cualquier tipo de letanía, lo cual no quiere decir abandonar una ideología. En los temas complejos a los que nos enfrentamos no puede haber recetas únicas y universales, sino que en cada momento y en cada sociedad se tiene que tratar de encontrar la solución mejor adaptada. En este contexto, la contribución del análisis científico, junto a otras consideraciones, debería ser siempre esencial. La ciencia es, por definición, la actividad que renuncia a dogmas y letanías. (...) Las letanías pueden ser una manera de terminar el rosario pero no son la forma de discutir posiciones que son complejas y acuciantes."

En fin, como decía antes, siempre hay quien expresa mejor tus ideas que tú mismo... Sigamos en nuestro camino de analizar las cuestiones de una forma lo más razonable y razonada posible e intentemos huir de eslóganes y titulares sensacionalistas así como de "letanías" más o menos artificiales.

Cupri