01 agosto 2006

¿Puede la ciencia explicar las facultades PSI?

Esta es la pregunta que se lanza desde la portada del número de julio de Más Allá dedicada a "El laberinto de la Mente". La pregunta ya anuncia la posición, por otro lado nada sorprendente, desde la que se va a abordar el asunto de las facultades PSI en dos artículos en las páginas de la revista. En mi opinión, una pregunta más acorde con la realidad del fenómeno sería ¿podrá la ciencia mostrar la existencia de las facultades PSI? A día de hoy ningún estudio científico ha mostrado la existencia de dichas facultades (clarividencia, telepatía, viajes astrales) sino que por el contrario sí ha sugerido explicaciones (desde los conocimientos, entre otros, de las neurociencias) al hecho de que determinados individuos viven experiencias que ellos consideran paranormales.

Los artículos dedicados a los “misterios de la mente” (como se califican en la revista) que se publican en este número de Más Allá merecen un par de comentarios porque esconden algunas sorpresas. El primero de ellos es una revisión de las distintas “experiencias PSI” dividido a su vez en dos partes. La primera discute algunos asuntos como el de la “utilidad de los fenómenos PSI”, o su posible función biológica. Me ha llamado la atención que junto a utilidades digamos “clásicas”, como “la curación de una gran variedad de enfermedades” y la “localización de tesoros escondidos y personas desaparecidas”, se habla también del desarrollo de “máquinas que respondan al pensamiento y sean de ayuda para los parapléjicos”. Está claro que es enorme la capacidad de adaptación de los vendedores de misterios a los temas que están de actualidad en las secciones de salud de los medios de comunicación. Sobre las interesantísimas investigaciones que desde las neurociencias y la neurología se están realizando en relación al desarrollo de interfaces cerebro-máquina simplemente me remito al último apunte aparecido en esta bitácora (Convirtiendo pensamientos en acciones... ¿Telequinesia?). La segunda parte de este artículo incluye una lista de las distintas “facultades y experiencias extrasensoriales” y distintas “explicaciones científicas”. En este apartado me ha sorprendido que las experiencias cercanas a la muerte, las experiencias fuera del cuerpo y los falsos recuerdos se aborden desde la psicología y la neurociencia, sin incluir ninguna explicación paranormal. El asunto cambia cuando se aborda la percepción extrasensorial y la psicoquinesia, cuya existencia se dice que está firmemente demostrada desde los años 60 así como con “modernos experimentos con sanadores y médiums... gracias al uso de la tecnología adecuada y de una metodología estricta”. Sobre el valor que merecen dichas demostraciones y las “estrictas” metodologías utilizadas me voy a referir a continuación.

Mi gran sorpresa ha sido encontrar en Más Allá un artículo sobre James Randi, el más ilustre desenmascarador vivo de misterios (también se habla en el artículo de Houdini, el más ilustre desenmascarador no vivo de misterios). El artículo se centra en el desafío del millón de dólares que desde años Randi mantiene y que nadie ha conseguido superar: pagará esa cifra a quien consiga demostrar sus facultades PSI. Randi, como Houdini, fue mago antes de dedicarse a desenmascarar a aquellos que dicen tener poderes especiales (Uri Geller fue su caso más sonado), e impone severas condiciones en las pruebas que los que aceptan el desafió deber superar, condiciones que impiden la utilización de trucos de mago. Según el artículo de la revista, esas condiciones y la tensión de saberse controlado “pueden conducir a la falta de concentración y también al fracaso” por lo que aún queda en el aire la posibilidad de que dichas personas realmente tengan facultades paranormales. Es decir, el llevar a estas personas al terreno de Randi se desvanece la posibilidad de expresar sus capacidades (la famosa energía negativa del escéptico que interfiere con las facultades del dotado). Lo que no cuenta la revista es que Randi también se puso en el terreno de los parapsicólogos. Me refiero al Proyecto Alfa: en los años 80 Randi entrenó a dos magos jóvenes para que simularan tener capacidades PSI y estos consiguieron engañar durante años a los parapsicólogos que los estudiaron (los cuales incluso les consideraron como extremadamente dotados). Este “experimento” puso de manifiesto que las “estrictas metodologías”utilizadas por los laboratorios de parapsicología no son ningún problema para magos expertos y pone en entredicho las demostraciones de las facultades PSI en personajes famosos. Desde entonces se intentan demostrar facultades menos llamativas, como el detectar que nos están mirando por la espalda o adivinar quien nos llama por teléfono, utilizando metodología que también han sido bastante criticadas (en estos estudios destaca Rupert Sheldrake del que también se habla en otro artículo de la revista).

Pero este es otro asunto.

Lupe