24 mayo 2006

Pam Reynolds y los cimientos de la neurociencia moderna


La vida de Pam Reynolds corría un serio peligro. Había que retirar un aneurisma gigante en una de sus arterias cerebrales para evitar que ésta se rompiera y se produjera una hemorragia de consecuencias fatales. Pero el tamaño del aneurisma era tan grande que no se podía recurrir a técnicas quirúrgicas convencionales. Se tuvo que provocar un paro cardiaco por hipotermia (reduciendo la temperatura corporal hasta los 16 ºC) para a continuación drenar la sangre de su cerebro y poder así reparar la arteria con seguridad. Después se volvió a calentar el cuerpo y se recuperaron el latido cardiaco y la circulación normal. Cuando Pam volvió a hablar, después de que los efectos de la anestesia desaparecieron, contó que había vivido una “experiencia cercana a la muerte” (ECM) que se había iniciado cuando el neurocirujano empezó a trepanar su cráneo. Sintió como se encontraba fuera de su cuerpo observando la intervención desde detrás del neurocirujano y pudo ver como este le trepanaba y como el cardiólogo la preparaba para provocarle el paro cardiaco. Después entró en un túnel oscuro desde donde escuchó la voz de su abuela llamándola. Siguió adelante en el túnel y comenzó a ver una luz brillante que fue creciendo hasta ocuparlo todo. En la luz pudo distinguir varias figuras humanas que resultaron ser parientes fallecidos que le impedían seguir adelante. Finalmente, su tío la condujo de vuelta desde el túnel y volvió a entrar en su cuerpo frío cuando su corazón recuperó su latido.

El caso de Pam Reynolds está recogido en el libro del cardiólogo Michael Sabom titulado “Light and death” (1998) y es considerado la “prueba científica más sólida de la supervivencia post-mortem de la conciencia”. No he leído el libro pero sí un resumen comentado del caso en un artículo del propio Sabom en el Christian Research Jounal (Sabom 2003a), en el que se concluye: “Quizás la ciencia ha pasado por alto un enlace fundamental entre la conciencia y el cerebro, o quizás algunas experiencias dependen solo de la mente, la cual puede no estar inextricablemente unida con el cerebro.” Recientemente el caso de Pam Reynolds ha sido también analizado por el psicólogo Christopher C. French (del que ya hemos hablado en esta bitácora, aquí) en una revisión sobre las ECM para la revista científica Progress in Brain Research (French 2005).

Uno de los aspectos más destacados del caso de Pam Reynolds es que durante la cirugía a la que fue sometida se registró la función de su cerebro y cuando se provocó el paro cardiaco se observó que desaparecieron todos los signos de actividad cerebral. Por tanto se podría considerar que Pam Reynolds estuvo clínicamente muerta y que fue en este estado cuando tuvo lugar la ECM. Pero obviamente no era así puesto que al recuperarse la circulación normal también volvieron a aparecer las señales provenientes de su cerebro. En consecuencia el diagnóstico de muerte era incorrecto porque faltaba uno de los requisitos de la definición de muerte cerebral: la irreversibilidad del proceso. El propio Sabom reconoce esto y por eso defiende que lo que Pam vivió fue una experiencia cercana a la muerte pero no posterior a la muerte (por otro lado Sabom considera por principio imposible que se pueda regresar de la muerte porque según la Biblia sólo se puede morir una vez, como comenta en su propio libro y en la segunda parte del artículo que antes he citado, Sabom 2003b).

En cualquier caso se supone que la ECM de Pam Reynolds tuvo lugar cuando se encontraba inconsciente y su corazón se había parado debido a la baja temperatura. Pero en realidad el testimonio de Pam sólo refiere detalles de la cirugía previos al paro cardiaco (en realidad todos corresponden a sucesos ocurridos casi simultáneamente). Desde el punto de vista de la anestesiología cabe la posibilidad de que Pam recuperara la conciencia y que haya podido “visualizar internamente” lo que estaba ocurriendo durante esa fase de la cirugía. No debemos olvidar nunca que las ECM se describen a posteriori lo cual requiere una “reconstrucción” verbal de una experiencia que se describe, en la mayoría de sus componentes, como inefable. Sin olvidar por supuesto el fenómeno neuropsicológico de “construcción” de falsas memorias. De hecho, Pam describió su experiencia inicialmente a su madre, y fue por medio de ésta que dicho testimonio llegó al doctor Sabom (la madre de Pam reconoció además tener un informe del neurocirujano). Uno de los aspectos clave que utilizan los defensores de la separación del cuerpo de un ente inmaterial durante una ECM es la descripción de los detalles de hechos que ocurrieron cuando supuestamente la persona se encuentra inconsciente (aunque en muy pocos casos, como el de Pam, esto está verificado) lo cual se considera como paranormal (experiencias fuera del cuerpo). Sin embargo, no existe ningún caso, ni siquiera el de Pam Reynolds como hemos visto, en el que se pueda descartar sin ningún género de dudas que estos detalles hayan sido “recogidos” por vías nada paranormales (a través por ejemplo del personal que trató a estos individuos durante la cirugía).

Sin embargo, como he dicho anteriormente, lo que se considera más sobresaliente del caso de Pam Reynolds es que durante la ECM se controló estrictamente la actividad cerebral de Pam, lo que permitió verificar que durante la parada cardiaca dicha actividad se redujo hasta niveles indetectables (lo cual no es ningún hallazgo sorprendente). Esto, según algunos, demuestra que las ECM no tienen ninguna causa orgánica, relacionada con la función del cerebro. Pero para ello hay que asumir sin embargo que la ECM tuvo lugar exactamente cuando los registros mostraban que había cesado la actividad cerebral, cosa que obviamente no hay forma de demostrar (a parte de contradecir todo lo que sabemos sobre nuestro cerebro y su funcionamiento). En el caso particular de Pam Reynolds, todos los detalles que describe en su ECM son anteriores (y posteriores) a la parada cardiaca. Es bastante razonable pensar, por tanto, que toda la fase “sobrenatural” de la experiencia (la visión del túnel y de la luz y la de los parientes fallecidos) tuviera lugar en los instantes que van desde la reducción de la circulación cerebral hasta la desaparición de toda traza de actividad cerebral. Y esto no es sorprendente si consideramos que una de las funciones que debe encontrarse alterada en esas condiciones es la de la percepción del tiempo (de hecho no tenemos forma de saber si los distintos aspectos o fases de las ECM ocurren en una forma seriada, tal y como se describen, y no “todas a la vez” y luego reconstruidas siguiendo una secuencia temporal más o menos lógica). Sorprendentemente, quienes se oponen a esta posibilidad no ven sin embargo extraño que, en algunos casos, la ECM incluya una revisión o evaluación de “toda la vida” del individuo que vive dicha experiencia.

El propio French, en su revisión sobre las ECM, reconoce que si se comprueba que las ECM tienen lugar durante periodos de inactividad cerebral, como se defiende que ocurrió en el caso de Pam Reynolds, “entonces la neurociencia moderna requeriría una seria revisión. Esto también sería pertinente si se mostrará la veracidad de las experiencias fuera del cuerpo, asociadas o no a las ECM.” Hasta el momento, sin embargo, no se han aportado pruebas incontrovertibles que permitan considerar probables ninguna de estas posibilidades. O lo que es lo mismo, los cimientos de la neurociencia moderna parecen bastante sólidos.

Lupe

01 mayo 2006

Homeopatía en el Ministerio de Sanidad

Por fin algo se mueve. Ante el último apoyo que el Ministerio de Sanidad ha dado a la homeopatía (la ministra Salgado parece haber formado parte del "Comite de Honor" del II Congreso Nacional de Homeopatía), Circulo Escéptico ha hecho pública una carta abierta dirigida al presidente del Gobierno protestando por el aval oficial que las autoridades sanitarias están dando a esta pseudomedicina. En la carta se hace mención a la reforma de la Ley del Medicamento en la que se vuelven a incluir los preparados homeopáticos en la categoría de "medicamentos especiales", pero del escueto (de la actual legislación) "los productos homeopáticos con indicación terapéutica (sic) se someterán a todos los efectos al régimen de medicamentos previstos en esta ley" se pasa a un "se establecerá un procedimiento simplificado (de autorización de medicamentos homeopáticos) para aquellos productos cuyas garantías de calidad y seguridad lo permitan" (este asunto fue comentado recientemente en Golem Blog: El Congreso de los Diputados de España reconoce los medicamentos homeopáticos). Se puede encontrar más información sobre la homeopatía en el dossier de ARP: ¿Es efectiva la homeopatía? En este enlace se puede leer el editorial de The Lancet: The end of homeopathy que ya comentamos hace tiempo en esta bitácora (El poder curativo de la mente ... y la homeopatía).

Os animamos desde aquí a que firmeis en la carta del Circulo Escéptico, como herramienta democrática para opinar sobre el apoyo del ministerio a la homeopatía.

Lupe (servidor ya ha firmado)